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El Tío Sam y sus muchachos están remedando a Justiniano, cuando el Imperio de Bizancio se veía abocado a su desaparición y los llamados sarracenos se abalanzaban sobre Europa dominando el Mediterráneo
Poco o nada han aprendido de la historia y menos de la geopolítica, así que por mucho que intenten convertir a la OTAN en las legiones romanas, tarde o temprano esas legiones reclamarán su deseo de vivir en paz alejadas de conflictos bélicos que no son de su incumbencia y que sólo llevan al desgaste y el despilfarro en guerras que nunca se ganan.
Vietnam, Irán, Kosovo, Afganistán, Libia, Siria… sólo han servido para destruir poblaciones que tarde o temprano despiertan y descubren al enemigo y a los traidores.
A un año vista, las cacareadas sanciones económicas de los Aliados, no han servido de nada, el atentado terrorista contra el Nord Stream, ha incrementado las compras de gas ruso al tiempo que se ha convertido en un escándalo difícil de olvidar para los alemanes y los ciudadanos de buena voluntad del resto del planeta.
Rusia ha recuperado gran parte de los territorios de habla rusa y ha neutralizado la presencia naval de Ucrania en el mar Negro y el río Deniéper, mantiene un control absoluto de todos los centros de producción de energía eléctrica y mantiene cerrado a cal y canto su espacio aéreo.
Si eso es ir perdiendo la guerra…
La superioridad militar de Rusia no la ha puesto en duda nadie sensato, mientras que el ridículo espantoso de la OTAN y sus aliados es más que evidente, ya lo contamos en su día en La caída de Ucrania.
A estas alturas son millones los ciudadanos de la Unión Europea que se preguntan ¿porqué se empeñan sus dirigentes políticos en alimentar una guerra que ni les va ni les viene?
¿Qué se le ha perdido a la Unión Europea en una guerra entre dos naciones que nacieron del mismo árbol?
La Unión Europea lejos de mediar o intentar mediar en un conflicto que se desarrolla en sus fronteras sigue las directrices del eje Washington-Londres a pies puntilla, sin reconocer que es la más perjudicada por sus consecuencias.
Hacer de esta guerra un acto de fe, es el peor de los errores que ha cometido la Unión Europea desde su creación.
Después de la descarada intervención de los aliados en los sucesos del Euromaidán y el fracaso de los acuerdos de Minsk, la Unión Europea carece de autoridad moral para criticar a Rusia por su intervención en defensa de la población ruso-ucraniana, que venía siendo masacrada de forma sistemática por el ejército ucraniano infiltrado por nazis y rusófobos.
Hace rato que el mundo multipolar sustituyó al mundo unipolar del Tío Sam
Pero lo que resulta más sorprendente es la total desorientación que sufre buena parte de la izquierda europea, esa que en su día alentó a la Unión Soviética y que hoy sigue al pie de la letra la errónea política de la UE en cuanto al conflicto Ucrania-Rusia.
Como dijimos en su día Rusia tiene derecho a defenderse y eso es algo que no tienen en cuenta las gentes de la izquierda que se encuentran perdidas en el laberinto de sus propias contradicciones.
A esos izquierdistas perdidos hay que recordarles que lejos de aislar a Rusia, el conflicto ucraniano ha servido para reforzar la alianza de Rusia con sus vecinos en la OTAN de oriente: SCO.
Pero es más, ha servido para reforzar el papel de los BRICS, al que han solicitado adherirse países que en su día fueron importantes aliados del Tío Sam y sus muchachos.
No entender esto es no entender nada, el conflicto ucraniano no es una respuesta unipersonal de Putin, no es una actitud mesiánica, no es bonapartismo, es la rectificación de los errores cometidos en su día por Gorbachov y Yeltsin que ingenuamente creyeron en la buena voluntad de un occidente que pretende destruir a Rusia, doblegarla y someterla a su voluntad, usando a una Ucrania corrupta como ariete.
A un año del inicio de la guerra, Rusia controla el tablero de ajedrez y mantiene en jaque a Ucrania y sus aliados occidentales, mientras China observa atentamente la jugada, a pesar de las estupideces cometidas por Nancy Pelosi, visitando la isla de Taiwan y la frontera de Corea.
Así se entiende el infantil juego propagandístico de los globos meteorológicos convertidos en espías, otra forma más de marear a ingenuos ciudadanos, que no saben distinguir entre un dirigible y un globo.
Como siempre la brevedad obliga a poner fin a este artículo, en síntesis: Todo está bajo control…el de Rusia.
@ordosgonzalo
gonzalo alvarez-lago garcia-teixeiro