La violencia de abuso o violación es una de las formas de violencia más dañinas que existen. Esta forma de violencia puede tener efectos devastadores en la vida de la víctima, incluyendo problemas sicológicos a largo plazo. Los traumas sicológicos causados por la violencia de abuso o violación pueden afectar a la víctima durante mucho tiempo, incluso después de haber superado el incidente.

Los traumas sicológicos por violencia de abuso o violación pueden manifestarse en distintos grados. Muchas víctimas desarrollan trastornos de estrés postraumático (TEPT), que se caracterizan por síntomas como ansiedad, insomnio, pesadillas, flashbacks y problemas de concentración. Estos síntomas pueden ser tan incapacitantes que limitan la capacidad de la víctima para funcionar en su vida diaria.

Otros síntomas sicológicos que pueden desarrollar las víctimas de violencia de abuso o violación incluyen depresión, trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de personalidad y trastorno de pánico. Estos trastornos pueden ser tan graves que requieran tratamiento médico. Las víctimas también pueden desarrollar tendencias autodestructivas como auto-mutilación, abuso de sustancias o intentos suicidas.

La violencia de abuso o violación también puede ser una causa de trastornos de la alimentación o trastornos de imagen corporal, especialmente en mujeres y niñas. Estos trastornos pueden ser resultado de la percepción de la víctima sobre su propio cuerpo después del abuso. Esto puede dar lugar a sentimientos de vergüenza y culpa, que a menudo llevan a la víctima a desarrollar trastornos alimenticios, como anorexia y bulimia.

Los efectos de la violencia de abuso o violación pueden durar mucho tiempo, incluso después de que la víctima haya superado el incidente. Por lo tanto, es importante que las víctimas busquen ayuda profesional para manejar los traumas sicológicos relacionados con el abuso o violación. La terapia puede ser una forma efectiva de tratar estos trastornos, y los profesionales de la salud mental pueden ayudar a las víctimas a encontrar el camino hacia el bienestar.

Traumas psicologicos

Traumas sicológicos por violencia de abuso o violación 

El Inicio de una Pesadilla Alice era una chica de 17 años que vivía con su familia en la ciudad. Ella era muy feliz con su vida y disfrutaba de la compañía de sus amigos y familiares. Un día, ella estaba caminando por la calle cuando fue abordada por un extraño hombre. Él la acorraló en un callejón oscuro y comenzó a violarla. Cuando terminó, el hombre la amenazó de matarla si alguna vez le contaba a alguien lo que había sucedido. Alice quedó aterrorizada y atrapada en una pesadilla sin fin.

El Abuso y la Culpa Alice guardó el horrible secreto y no le dijo a nadie lo que había sucedido. Se sintió culpable e incrédula por lo que había sucedido. Ella se sintió sola y sin ninguna esperanza de que la situación mejorara. Se sintió responsable por lo que había sucedido y comenzó a desarrollar trastornos de ansiedad, depresión y pánico.

 El Silencio y el Dolor Alice temía contarle a alguien lo que había sucedido ya que el hombre la había amenazado con matarla. A medida que pasaron los días, el dolor y la culpa se hicieron más y más grandes. Se sintió profundamente herida, pero al mismo tiempo no le contaba a nadie lo que había sucedido. El silencio sobre el abuso estaba matando lentamente. 

El Camino Hacia la Recuperación Un día, Alice encontró la fuerza para contarle a un amigo lo que había sucedido. Su amigo la apoyó y la alentó a buscar ayuda. Ella comenzó a ver a un terapeuta, quien le ayudó a comprender lo que había sucedido ya lidiar con los traumas emocionales. Alice también comenzó a buscar ayuda de sus familiares y amigos para que la apoyaran en su camino hacia la recuperación.

Sanación Alice siguió trabajando con su terapeuta para desarrollar una mejor comprensión de sus sentimientos y una mayor capacidad para afrontar la vida. Con el tiempo, comenzó a sanar ya enfrentar el trauma. El abuso ya no definió su vida y ella comenzó a vivir de nuevo. Finalmente, Alice se sintió capaz de mirar hacia el futuro con esperanza.

Abuso sexual