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¿Alguna vez has tomado conciencia del torbellino de pensamientos que se apodera de tu mente durante el día? La mente humana no para nunca, le encanta perderse en mil y un ideas del pasado, soñar con el futuro, rumiar las preocupaciones,
¿Pero qué podemos hacer? Pues una técnica muy eficaz es tomar conciencia de con qué rapidez pueden escapar a tu control los pensamientos sobretodo aquellos negativos o de inseguridad. Tal es el caso como, por ejemplo. Puede que te despiertes a media noche y recuerdes que tienes que enviar una información al día siguiente. A continuación, en lugar de experimentar alivio por haber recordado algo tan importante, empiezas a pensar en todo lo demás que tienes que hacer mañana. Y muy pronto piensas “no puedo creer lo ocupado que estoy, tengo que hacer un mil de cosas mañana”. ¿Pero qué vida es ésta? Y esto continúa y continúa como un ensayo mental. Y resulta imposible sentirse bien si se tiene la cabeza llena de preocupaciones y cosas molestas.
La solución es tomar conciencia en lo que está sucediendo dentro de tu cabeza, fijarte en qué momento están estos pensamientos antes de que éstos tengan oportunidad de adquirir impulso alguno. Cuanto antes te des cuenta en el acto de que se empieza a formar ese torbellino de pensamientos, más fácil te resultará detener el proceso. Así como vimos en el ejemplo anteriormente en lugar de obsesionarte con las actividades del día que se avecina, te dices a ti mismo “vaya, ya estamos otra vez” y de forma conciente lo cortas de raíz. Tomas el control y detienes ese tren de pensamiento antes de que tenga oportunidad de ponerse en marcha. A continuación puedes concentrarte en los agradecido que te sientes por recordar que tienes enviar una información al día siguiente, en lugar de centrarte en lo abrumado que estás. Si te has despertado en mitad de la noche, anótalo en una hoja de papel y vuelve a dormirte. Puede que incluso te interese si fuera necesario tener papel y lapicero junto a la cama para cuando surjan momentos como éste.
Mente, pensamientos, conciencia, realidad, salud
Y aunque así lo fuera, que seas una persona muy ocupada, recuerda que llenándote la cabeza de pensamientos acerca de lo abrumado de trabajo que estás, solo conseguirás sentirte todavía mas estresado de lo que ya estás. Intenta realizar este pequeño ejercicio la próxima vez que comiences a obsesionarte con tu programa. Te resultará muy eficaz.