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El estado, la mano oscura de los intereses de los interventores y de las políticas que nos guían a la meta máxima de ellos, al socialismo
COn la dolarización, se creyó que eliminaban los tipos de cambio, por lo menos un índice de comparación de la moneda nacional versus la moneda que domina el comercio mundial, pero esto no es así desde la existencia del llamado ISD (Impuesto de Salida de Divisas), este impuesto se convierte en una tasa de cambio para los importadores y a las personas que envían dinero al exterior, es decir mientras los exportadores tienen un dólar a precio de mercado, los importadores deben obtener un dólar a mayor costo para alcanzar el monto necesario de sus respectivos pagos. ($ 1.00 + ISD (5%) = $ 1.05).
Pero esto no se da mediante las fuerzas del mercado (oferta y demanda) este tipo de cambio es creado por la mano invisible de la que hablaba Adam Smith; El estado, la mano oscura de los intereses de los interventores y de las políticas que nos guían a la meta máxima de ellos, al socialismo, esta intervención no es saludable para el mercado pues los afectados reales de esta intervención son los consumidores.
Los bienes, productos y servicios que el cliente final recibe por medio de los canales de distribución que arman los importadores para bajar sus costos de introducción de producto han sido afectador por el ISD, que ha sido trasladado directamente al precio de venta al público (PVP), pero realmente este incremento es solo del porcentaje del ISD, pues no todo depende de la apreciación y expertis que tenga el importador entorno a la afectación de sus costos por este impuesto, así como el impacto que va tener en la renta que recibirá su canal de distribución.
Correa sabe lo que creo con ese impuesto en la economía ecuatoriana, no solo es una mera forma de desalentar las importaciones y de frenar el consumo de bienes y servicios importados, es un impuesto que le transmite información directa sobre capitales que salen, este tipo de medidas más las restricciones arancelarias y para arancelarias que emite al antojo el gobierno, no solo afecta al importador o comerciante sino a los consumidores en su totalidad. No se puede estimular el crecimiento de la industria nacional mientras las protecciones existan, pues solo creamos más parásitos dependientes de las decisiones del estado.
No solo es una mera forma de desalentar las importaciones y de frenar el consumo
En el gobierno se aduce que un impuesto como el ISD, es un instrumento para fomentar la dolarización, haciendo que la balanza de pagos y la balanza comercial se mantengan en positivo y por lo tanto haya la suficiente liquidez en la economía, pero esa es una falacia donde se desconoce la renta y la multiplicación de valor que genera un bien importado, así como toda la cadena de beneficios que se nutren indirectamente de la importación, incluso el sistema financiero y el multiplicador bancario están presentes en esta simple operación si los bienes o servicios fueron traídos con un préstamo de una entidad financiera.
Es entonces la dolarización la camisa de fuerza de regímenes como los de Rafael Correa, donde no puede emitir dinero a su antojo para nutrir sus fines, promesas y sueños electoreros, donde su pandilla socialista tiene que conformarse con las legislaciones que obligan a las entidades financieras a comprar los bonos que emiten, donde cada día se le hace más difícil financiar su utopía socialista porque el país se encuentra cerca de su límite de financiamiento y eso lo saben sus socios chinos, el próximo paso entonces será la intervención en más mercados y la expropiación de sectores de la economía que no controlen sus mecenas y amigos, esto es más probable que la salida de la dolarización.
En este camino hacia el intervencionismo y luego hacia el socialismo que lamentablemente recorre Latinoamérica, nos brinda una radiografía de como la sociedad siempre vio al estado, el árbitro máximo, la última palabra, el voto decisivo, esta percepción ha dado paso a que cale en los más hondo de las aspiraciones sociales de los líderes de la más purulenta izquierda, el deseo y el control del poder total. La sociedad es solo un juguete donde ellos controlan, la libertad de educación, la libertad de pensamiento, la libertad económica y la libertad religiosa, ellos regulan, reconocen y editan moral, costumbres y principios. Al no existir libertad se anula todo tipo de intercambio, sea de bienes y servicios, o de abstractos como ideas, arte, costumbres y principios. Es ahí cuando ya no existe ningún tipo de cambio, sino la simple y perturbadora intervención.
Saludos Cordiales,
José Isidro
Twitter:
@joseimorante
Publicado en:
CATARSIS Y HARAKIRI BLOG