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¡Tú También Puedes Lograr El Equilibrio Interior Con Tan Solo Sentir Tu Compás!

21/10/2020 05:50 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

¿Has experimentado el desgaste de tiempo y energías que requieren todas las responsabilidades, muchas veces opuestas, que tienes que asumir? ¿Deseas una vida equilibrada sabiendo con acierto qué es lo prioritario en cada momento? Aquí te lo muestro

¿Has experimentado el desgaste de tiempo y energías que requieren todas las responsabilidades, muchas veces opuestas, que tienes que asumir?

A veces, “mantenerse en pie” durante un día constituye una verdadera heroicidad.

¿Cómo puedes lograrlo?

Equilibrándote.

¿Deseas una vida equilibrada sabiendo con acierto qué es lo prioritario en cada momento?

Sobre qué es el equilibrio y cómo alcanzarlo te comento en este artículo.

Una aclaración antes de entrar en materia: Esta información no es para que la consumas lógicamente. Ella está dirigida a tu sensibilidad.

El equilibrio es un don que la Vida te da. Es sinónimo de sencillez, por eso cuando complicas demasiado tu vida, te desequilibras.

Para lograr ese equilibrio lo primero que tienes que hacer es sentir tu ritmo (nota los términos que utilizo: sentir tu ritmo).

La Cronobiología ha comprobado que el sentido del ritmo, también conocido como el compás, está en lo más profundo de nuestro organismo.

¿Qué es el ritmo?

Para tomarle el ritmo a una canción no hace falta tener formación musical, aunque desde luego eso ayuda.

Por ejemplo, imagina el cilindro de un órgano musical. En él se puede ver exactamente qué tonos se reproducirán y por cuánto tiempo serán audibles, sin embargo, la regularidad del ritmo no se puede leer en el cilindro.

Ese ritmo existe sólo internamente porque somos capaces de reconocer patrones en los sonidos. Esto es lo que nos permite sincronizar la música con nuestras acciones, es decir, bailar, aplaudir, cantar o tocar un instrumento.

Lo mismo sucede con ese ritmo interior que determina tu conexión y sincronicidad con la Vida. Es lo que intuitivamente reconoces como la armonía en tu vivir cotidiano.

Te has preguntado en qué compás transcurre tu vida.

¿Acaso te sientes conectado con todo lo que te sucede y notas la ligereza y la alegría que irradias en lo que haces?

Quizás te haya ocurrido en períodos de penetrante enamoramiento, o cuando estás apasionado por lo que haces, o cuando estás profundamente sintonizado con una música o con la naturaleza.

Es como si flotaras y vivencias una gran paz y un desbordante gozo. Es como si estuvieras acoplado con todo, como si todo encajara. Y a eso le llamas felicidad, éxtasis.

Quizás no comprendas exactamente por qué te ha sucedido, quizás quieras volver a experimentarlo, pero ya no sucede, se ha perdido, tal parece que son aislados momentos en los que puedes sentir esa inefable armonía con la existencia, ese bien-estar con la vida.

Lo que no comprendes es que esas sensaciones pueden ser permanentes si te conectas y respetas a ese ritmo interior.

Es curioso comprobar cómo casi nadie lo siente y lo respeta.

¿Por qué?

Porque eso requiere la capacidad de ir bien “adentro”, de explorarse sin miedos y dejarse guiar por las respuestas que obtengas sin tener en cuenta lo que los demás dicen o lo que hayas aprendido.

Sentir el ritmo es una cuestión de intuición, no de instrucción.

Para ello debes “afilar” a tal punto la sensibilidad hasta hacerte diestro en percibir cuándo no estás centrado y has perdido la satisfacción por lo que haces.

Te has preguntado en qué compás transcurre tu vida

¿Te has fijado con qué prisa y con qué lógica vive la mayoría de las personas?

Es como una carrera contra reloj. El reloj se ha convertido en el medidor de su ritmo y el indicador de hasta dónde están aprovechando su vida.

Nos hemos vuelto tan lógicos que, para dormir, para alimentarnos, para hacer el sexo y hasta para descansar escuchamos más a la mente que a nuestro interior.

De esta manera comemos sin tener hambre, nos obligamos a dormir sin tener sueño, hacemos el sexo sin desearlo y no nos tomamos un descanso, aunque estemos a punto de desfallecer.

Lo esencial de todo este asunto es que comiences a depositar más confianza en eso que llamamos “el sexto sentido” y descubras lo que se siente cuando puedes respirar libre, profunda y naturalmente.

No puede existir un verdadero equilibrio sin esa confianza.

Tener confianza en tu ritmo y respetarlo te permitirá:

1-Ser eficaz, lo cual significa cumplir con las tareas y obligaciones sin que estas representen un peso excesivo, ni un desgaste.

2-La recuperación de tus fuerzas físicas y mentales experimentado un genuino descanso y la presencia de vitalidad.

3-No sentirte obligado a seguir el ritmo de otros, ni empujarte al límite donde ya no haya disfrute.

4-Vivir en un estado de satisfacción permanente.

Por ende, bailar a tu compás no significa que seas débil ni que lo importante sea llegar más lejos o más rápido.

Significa que vas a disfrutar el vivir escogiendo el camino de la inteligencia intuitiva que es el camino de ser eficiente, eficaz y efectivo haciendo el mínimo esfuerzo.

Permíteme terminar con esta historia:

Uno de los deportes tradicionales de Alaska es la tala de árboles. Hay leñadores famosos con un gran dominio, habilidad y energía en el uso del hacha.

Un joven que quería convertirse también en un gran leñador, oyó hablar del mejor de los leñadores del país y decidió ir a su encuentro para desafiarlo.

El maestro aceptó el desafío. El joven leñador comenzó a cortar árboles con entusiasmo y vigor. Entre árbol y árbol miraba a su maestro, pero la mayor parte de las veces lo encontraba sentado.

El joven volvía entonces a sus árboles seguro de vencer y sintiendo pena por su viejo maestro.  Al caer el día, para gran sorpresa del joven, el viejo maestro había cortado muchos más árboles que él.

— ¿Cómo puede ser? —Se sorprendió— ¡Casi todas las veces que lo miré, usted estaba descansando!

—No, hijo-mío, yo no descansaba. Estaba afilando mi hacha. Esa es la razón por la que has perdido.

Tú: ¿Estás afilando tu hacha?

Déjame saber tus experiencias.

MUCHAS GRACIAS.


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