¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Luis Fernando Torres escriba una noticia?
Con un precio del barril de petróleo a 70 USD no habrá sorpresas
¿Qué pasará con la economía nacional el 2001?, es una de las preguntas que me han hecho algunos lectores de esta columna, a quienes les he respondido que nada extraordinario, si el precio del petróleo no baja de los 50 USD.
En el Presupuesto del 2001 se estimó que el precio del barril oscilará alrededor de los 70 USD, al tiempo que analistas petroleros mundiales han anticipado que el precio podría, inclusive, elevarse.
Bajo ese supuesto, no existen indicios que la economía ecuatoriana vaya por el camino de la tragedia. La dolarización no correrá peligro y los ocasionales problemas de iliquidez fiscal serán resueltos sin mayores dificultades, mediante la suspensión de inversiones, la adquisición de deuda pública interna y externa y las mayores recaudaciones tributarias.
Es cierto que la economía ecuatoriana no crecerá más allá del 3%, uno de los promedios más bajos de Latinoamérica. Y, por tal razón, no habrá dinamismo en la creación de empleos.
En definitiva, la economía nacional ni colapsará ni crecerá significativamente. Permitirá que sobrevivan, tanto el Gobierno como los ciudadanos, en un entorno de relativo equilibrio.
Si la economía del 2011 se va a parecer a la economía del 2010, ¿qué ocurrirá en el ámbito de la política?. Igualmente, nada extraordinario, a menos que ocurra algún hecho imprevisto como el del 30 de septiembre.
Posiblemente, nos veamos obligados a participar en una insensata consulta popular sobre el problema de la delincuencia, a fin de que los interesados en el resultado lo utilicen para jugar con la popularidad.
El promedio de crecimiento de latinoamérica será del 5%
La Asamblea seguirá bajo el control político del Gobierno, sin la esperanza que la oposición parlamentaria tome cuerpo.
Veremos nuevas caras en la Función Judicial y en algunos órganos de control, sin que el sistema sufra cambios de importancia.
Por lo demás, habrá espacio y tiempo para que los actores políticos calienten motores para el siguiente año electoral y los revolucionarios ciudadanos se recuperen del desgaste por el ejercicio del poder.
En la economía y en la política no habrá sorpresas.
En otros ámbitos, en cambio, sÍ se esperan sorpresas. En el deporte, por ejemplo, sobran las preguntas: ¿retendrá la LDU el título de campeón de fútbol?, ¿subirán a la primera categoría los equipos ambateños Macará y Técnico Universitario?, ¿se reposicionará Barcelona bajo la dirección del Pocho Harb?, ¿volverá Valencia a la titularidad del Manchester United?.
Los peruanos, el 2010, recibieron la noticia que uno de sus hijos, Mario Vargas Llosa, fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura. ¿Podrá alguno de los intelectuales ecuatorianos aspirar a un reconocimiento continental o mundial, el 2011?. Difícil, pero no imposible.
Habiéndose demostrado, en los últimos tres años, la inutilidad práctica del Banco Central ecuatoriano, ¿podrían recibir los economistas del socialismo del Siglo XXI algún reconocimiento global de los centros de pensamiento económico libertario, que postulan la desaparición de los bancos centrales?. Sería una sorpresa mayor que los estatistas que redujeron a cenizas al Banco Central Correa recibieran una estatuilla del más famoso economista libertario, Misses.
La economía venezolana crecerá al 0.5%, mientras la ecuatoriana lo hará al 2.6%
Fuera de la economía, ojalá se multipliquen las sorpresas en la política, el deporte, el pensamiento y la farándula.