“Orquesta roja” (rote kapelle) se llamó al círculo de los espías alemanes que, entre 1939 y 1942, proporcionó información a la inteligencia soviética, mediante transmisiones radiales, con códigos difíciles de descifrar. Como consecuencia de ese espionaje murieron unos 250.000 soldados del eje, en combate, en el frente este, controlado por los soviéticos. Por traición el Tercer Reich fueron condenados a la pena de muerte 58 músicos de la orquesta de espías, en 1942, cuando la Gestapo desmanteló a la red de informantes, dentro de la cual descubrió que había, inclusive, altos funcionarios de ministerios del gobierno encabezado por Hitler.

Los espías no eran soviéticos sino alemanes. Operaban desde Berlín. Se encontraban en el corazón del sistema nazista. Querían asesinar a Hitler e instaurar un régimen socialista vinculado a la Unión Soviética. El núcleo del círculo lo componían socialistas radicales y comunistas. Los blandos y bien intencionados estaban en la periferia, lejos del núcleo central. Los empresarios e intelectuales que repudiaban el comunismo, aunque coincidían en deshacerse de Hitler, no se encontraban en el núcleo. Eran utilizados por espías comunistas sagaces.

En 1939, por informaciones de la inteligencia alemana, Hitler creía que Alemania estaba libre de comunistas. Hans Kopp, teniente coronel del Ejército Alemán a cargo de las tareas de contraespionaje en Berlín, estaba seguro, en 1941, que la “orquesta” operaba desde Holanda, Bélgica y Francia. Ni Hitler ni Hopp se imaginaron que los enemigos del sistema alemán, al servicio de una potencia extranjera comunista, operaban desde Alemania.

Estos días se debate en Alemania si conviene anular las sentencias dictadas por los tribunales de justicia del Tercer Reich en contra de los músicos de la rote kapelle. Muy pocos de los condenados todavía sobreviven, bastante incomprendidos por numerosos ciudadanos que los califican como traidores, por haber estado vinculados a una potencia extranjera comunista, a la que le entregaron información estratégica para que liquidara a cerca de 250.000 soldados del eje, la mayoría de ellos de origen alemán. La anulación de las sentencias les permitiría reivindicarse moralmente.

La opinión pública alemana se encuentra dividida. La traición a la patria es un delito difícil de redimir.

El Presidente del Ecuador dijo, con entereza y rabia, que consideraría traidores a la patria a todos aquellos que, en territorio ecuatoriano, hubieran mantenido reuniones y alcanzado acuerdos con dirigentes de grupos guerrilleros. Fue, en el momento en que la pronunció, una declaración plausible, que dejaba ver que el Ecuador no era territorio de todos. Al menos en el discurso presidencial, los guerrilleros no eran bienvenidos.

Los músicos de la orquesta roja traicionaron a sus compatriotas y contribuyeron a la muerte de unos 250.000 soldados del eje

El Ministro de Justicia ha entregado al Ministerio Público el supuesto diario de Reyes, escrito, durante su larga y segura estancia, en Angostura, parte integrante del territorio ecuatoriano.

De comprobarse la veracidad del diario personal del comandante guerrillero, el Presidente ecuatoriano debería llamar traidores a la patria a todos o, por lo menos, a algunos de los ciudadanos ecuatorianos cuyos nombres, apellidos y apodos, aparecen en el diario del líder guerrillero, que reconoce haber sido engañado y acusa, a los que le engañaron, de haberse quedado con los aportes económicos y de haber estado más interesados en los negocios de la “merca” que en legalizar la presencia de los guerrilleros en territorio ecuatoriano.

En la década de los años 1940 los soviéticos dudaban de las reales intenciones de sus obsecuentes espías alemanes. Se preguntaban si después de asesinar a Hitler se someterían a los dictados de la Unión Soviética o levantarían una estructura de poder autónoma.

Del diario de Reyes se obtienen conjeturas semejantes. El comandante dice algo como esto: estuvieron al servicio de nuestros intereses, les entregamos aportes, se quedaron con los aportes y, al final, solamente les interesaron los negocios de la “merca”.

La veracidad del diario todavía no se ha confirmado. En todo caso, que lo haya entregado el Ministro de Gobierno del Ecuador, no de Colombia, a la Fiscalía nacional revela la trascendencia del manuscrito. No es un diario cualquiera.

Es motivo de vergüenza nacional haber llegado a saber que, dentro de los círculos concéntricos del Gobierno ecuatoriano, ha existido un grupo de músicos que deleitaba, no sólo con informaciones sino con operaciones reales, a los temibles ocupantes de Angostura. A los dos años y medio, gracias al manuscrito difundido por el Ministro de Gobierno, los ecuatorianos hemos conocido que una rote kapelle criolla se entronizó en las entrañas mismas del poder político nacional, sin que a los prominentes miembros de la orquesta les importara el destino del País ni la suerte de los ecuatorianos que viven y combaten en la frontera norte.

Rote kapelle se llamó al círculo de espías alemanes al servicio de la Unión Soviética en la segunda guerra mundial

Www.luisfernandotorres.com