María Fernanda Vicuña es la vicepresidenta encargada en Ecuador. Lenin Moreno, primer mandatario ecuatoriano, encargó la vicepresidencia de manera temporal a Vicuña quien ocupa la titularidad en la cartera de vivienda y ha ejercido como legisladora por el partido oficialista Alianza País, del que fue una de sus fundadoras.

Vicuña era, como muchas revolucionarias, una legisladora destacada por insultar. Prensa mediocre, dirigentes electoreros, opositores golpistas, alcahuetes de la banca corrupta y más perlas eran frecuentes en su repertorio. Resultó ser una buena imitadora del resentido de Bélgica.

Como legisladora de 2009 a 2017, presentó tres propuestas de ley: la reforma para tipificar el enriquecimiento privado no justificado en el 2011, la reformatoria a la ley de donación de órganos en 2015 y la ley para la reproducción humana asistida en 2016. Ninguna ha pasado siquiera el primer debate. Sí, 3 propuestas en 9 años. Vicuña fue una legisladora que no hizo leyes, como muchas de ese mismo grupo. Para colmo, nunca fiscalizó nada.

Defendió a Patricio Rivera, entonces ministro de finanzas, de ser enjuiciado políticamente, por cometer un “error administrativo” de buena fe al desobedecer una resolución que bajaba los sueldos a los asambleístas. Otra vez el error de buena fe. Típico.

Pero lo que es más importante, la actual vicepresidenta, mientras fue asambleísta votó por:

1. la Ley de Servicio Público que institucionalizó la “compra de renuncias”;

María Alejandra Vicuña era, como muchas revolucionarias, una legisladora destacada por insultar

2. la ley de Educación Superior que dejó fuera de las universidades a cientos de miles de bachilleres;

3. las varias reformas a la ley de elecciones para que Alianza País pueda conseguir 7 de cada 10 escaños con 5 de cada 10 de los votos populares;

4. la ley de derechos laborales que confiscó las utilidades de los trabajadores;

5. la ley de comunicación que estatizó la comunicación para acosar a los comunicadores;

6. el Código Penal que criminalizó la protesta social;

7. el Código Ingenios para burocratizar y estatizar la producción científica;

8. la ley para crear el fraude de Yachay, decenas de leyes más, incluyendo la reforma para la reelección indefinida que ahora tiene el encargo de tirar a la basura…

Vicuña es el típico ejemplo de la furiosa correista convertida en apasionada morenista de la noche a la mañana. Pero no es su culpa. Tal vez solo levantó la mano y no tiene ninguna idea de nada.

¿Cómo hará para ejercer sus funciones después de actuar en la política bajo el sello del insulto, la descalificación y la intolerancia a la crítica, propias del moribundo correismo? ¿Cómo hará para acercarse a los sectores empresariales, a los medios de comunicación, a las organizaciones sociales y sindicales, a los sectores críticos de la opinión pública que tanto agredió como legisladora? ¿Con qué cara se presentará a la sociedad después de haber aprobado con su voto leyes que intentan pulverizar a los trabajadores, a los líderes sociales, a las universidades, a la democracia?

Vicuña es el típico ejemplo de la furiosa correista convertida en apasionada morenista de la noche a la mañana. Pero no es su culpa

Esa es nuestra vicepresidenta, un encargo de Moreno convertido en una chanza a la gente decente y motivo suficiente para desconfiar de sus promesas.

@ghidalgoandrade