Pueden existir muchas razones por las cuales un hombre no se fije ya en su esposa, en el peor de los casos el motivo podría ser que ya tiene una nueva fijación o relación con otra mujer, sin embargo, podría ser que aún no se ha llegado a ese punto, pero ¿las mujeres deben esperar a que eso suceda? ¿para tomar medidas al respecto?, generalmente la mayoría de las mujeres juegan con la tentación de esa posibilidad, llegando incluso a poner a prueba a sus hombres, diciéndose a si mismas “que su hombre no sería capaz de hacerle eso a ella “ poniéndolo a prueba, ¿pero donde está localizada la raíz del mal?.

Estas mujeres están dispuestas a la aventura de capturar al hombre que muestre su interés en ellas

Si nos ponemos a analizar la situación en la mayoría de los casos obedece al descuido de las mujeres por su apariencia, creyendo que una vez “atrapado el pez”, ya este no necesitaría de más, lo que es totalmente erróneo, la mujer debe enamorar al marido cada día que pasa, así mismo como el hombre a su mujer, no deben ambos descuidar su apariencia personal. ¿Qué pasa si la mujer empieza a ganar peso indiscriminadamente? Por ejemplo, se va quedando rezagada ante otras féminas que les siguen atrás muy de cerca, con un cuerpo más delgado y muchas veces dispuestas a arrebatar “ese pez” que a las esposas les ha costado tanto atrapar, con o sin conocimiento, de que el hombre mantiene una relación estable. Estas mujeres están dispuestas a la aventura de capturar al hombre que muestre su interés en ellas, (sin generalizar por supuesto), ya que la gran mayoría de las mujeres les dejan el polvo a los hombres cuando se enteran que éstos son casados, ¿pero qué sucede con quienes no les importa este “particular”?, es allí donde empiezan los problemas en las relaciones de parejas, por eso lo más recomendable para las mujeres casadas es que primeramente nunca se sientan seguras de sus hombres ya que debido a una pelea de adrenalina y testosterona de ellos, tienden a buscar emociones y oportunidades fuera, por eso, lo mejor, es cuidar la apariencia, empezando por el peso corporal, la salud, buena higiene dental, detalles que aparentemente son irrelevantes pero que a la postre terminan por romper matrimonios, así que manos a la obra, exámenes médicos nunca están demás, arreglarse, así sea que se encuentren dentro o fuera de casa, siempre atractivas limpias y con buen olor, para que ese hombre se sienta tentado dentro de de su hogar y no vaya en busca de nada fuera de él y si aún así esto no funciona, es mejor ir pensando en una nueva relación.

Si nos ponemos a analizar la situación en la mayoría de los casos obedece al descuido de las mujeres por su apariencia