Existe un indicador que es muy utilizado en el mundo financiero, especialmente en ámbitos directamente relacionados con la realización de inversiones. Se trata del indicador Beneficio/Riesgo. Es un indicador, que a pesar de su sencillez, nos ayuda a determinar de manera rápida si una decisión ? en este caso una decisión para invertir en un activo financiero ? vale la pena o no de acuerdo al potencial riesgo al que estamos expuestos comparándolo con la potencial recompensa.
Las personas de la nueva generación han aprendido a utilizar este indicador fuera del ambiente financiero y aplicarlo en cualquier aspecto de la vida.
No se trata de atarnos a una fórmula matemática o a un aburrido indicador para tomar las decisiones. Esta herramienta funciona como un impulso y una alerta en esos casos en los que empezamos a procrastinar y en que nos vemos tentados a tomar malas decisiones sobre cómo aprovechar nuestro tiempo. Nos ayuda a motivarnos para vencer ese miedo, pereza y poca motivación que a veces tenemos cuando tenemos algo importante para hacer.
También funciona de manera inversa. Este indicador se vuelve un freno para evitar empezar a hacer aquellas actividades que en el fondo no son importantes, pero que nos quitan el tiempo para hacer aquellas que sí lo son. Al utilizar la medición del beneficio/riesgo lograremos separar y clasificar las actividades que son importantes y nos generan valor de las que no son importantes y en el fondo no nos aportan nada.
Usando el indicador en nuestra vida cotidianaToda actividad, toda tarea, toda acción llevan implícitos un beneficio y un riesgo. Por pequeños que sean, todo puede ser medido en términos de lo que nos aporta y en términos de lo que nos quita.
Supongamos el caso de una persona que es empleado y que en el 2014 decidió que en su tiempo libre escribirá un libro. En enero1 empieza motivado escribiendo diariamente durante una hora. Llega febrero y empieza a distraerse con otros asuntos, perdiendo el "momentum" que traía y la constancia que había adquirido. Esta persona llega cansada a su casa y prefiere ver televisión en la noche en lugar de destinar esa hora que antes tenía para escribir.
¿Cómo recuperar la constancia?, ¿Cómo no morir en el intento de lograr su meta de escribir el libro?
Esta persona, cada vez que llegue a su casa, debería utilizar la medición de los beneficios y los riesgos de escribir/no escribir una hora diaria después de la oficina.
Aunque suene muy obvio el ejercicio o las respuestas que se derivan de éste, el hecho de tomarse el tiempo de hacer la medición de los beneficios y los riesgos de las actividades que realizamos en el día a día nos hace entrar en un estado de conciencia, en donde logramos poner en verdadero contexto las cosas que son importantes y las que no son importantes. De esta manera, le daremos prioridad y nos motivaremos a seguir desarrollando las que nos generan valor.
También funciona de manera inversa, permitiendo evaluar las actividades que sabemos que no nos aportan algo valioso y que no son realmente importantes. Hagamos el análisis beneficio/riesgo de llegar del trabajo y ver televisión 3 horas:
Por último, hagamos el análisis beneficio riesgo de llegar del trabajo y aprovechar el tiempo en hacer las actividades que nos apasionan.
Obsesionado con ayudarle a entender a la gente que simple es mejor y que la simplicidad está subvalorada.
Convencido de que el recurso más importante no es el dinero, es el tiempo. Con más tiempo se puede hacer más dinero, con más dinero no se puede hacer más tiempo.
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