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Chávez se excedió en sus saludos navideños, mientras la libertad de prensa fue restringida en venezuela, ecuador y españa
El gobernante venezolano, como regalo navideño, ordenó que sus letanías fueran transmitidas por los canales de la televisión pagada, donde todavía transmiten medios críticos, entre ellos Globovisión, que tuvo que afiliarse a la red de la televisión por cable después que Chávez lo clausuró y lo sacó del aire. Nunca se imaginó el dictador bolivariano que un canal por cable iba a tener la audiencia y la penetración que, en tan sólo dos años, ha logrado alcanzar Globovisión. Seis de cada diez venezolanos, inclusive los pobres, prefieren la televisión pagada a la televisión normal, saturada por la propaganda oficial.
Tuvieron la buena fortuna los venezolanos afiliados a la televisión pagada de no haber visto al dictador colocándose en medio de Cristo y de Bolívar, cuando, vestido de verde y rojo, dio su mensaje de Navidad. La patética narración del coronel causó risa. Chávez, el pobre niño de Barinas, nada más y nada menos, que junto a Cristo y a Bolívar. Se olvidó de Evo, de Rafael, de Daniel, de Fidel. Ni siquiera los mencionó. En Navidad, ellos no estaban a su nivel de espiritualidad socialista. Seguían en el mundo terrenal, con Papá Noel y sus regalos. No habían podido dejar de comprar juguetes capitalistas. A Rafael, por ejemplo, le habían llegado turbinas gringas para aliviar los apagones.
El dictador, como buen magalómano, hizo un llamado final a los padres de familia: “no regalen juguetes a sus hijos, cuénteles la historia de Bolívar, y, sólo con ello, festejen la nochebuena”. ¡Qué creativo, mientras vende petróleo a Estados Unidos!.
Los españoles no se han quedado atrasados en noticias sobre la libertad de información. En este mes de diciembre, un Juez inferior de Madrid condenó al Director de la Cadena SER y al Jefe del Informativo a nueve meses de inhabilitación del ejercicio del periodismo, a una multa diaria de cien euros por seis meses y a una indemnización de ciento veinticinco mil euros, por haber publicado, en la página WEB de la radio, los nombres de 78 afiliados al Partido Popular de Villaviciosa de Odón, presuntamente afiliados en forma irregular, el 2003, para ganar unas elecciones municipales.
Con motivo de esa sentencia, los españoles volvieron los ojos al viejo debate entre la libertad de información y el derecho a la intimidad de las víctimas de la noticia.
El Juez argumentó que, de acuerdo con la legislación ibérica, la afiliación a un partido político era un asunto privado. Si habían existido irregularidades en las afiliaciones, la noticia protegida por la libertad de información debía limitarse a informar el descubrimiento de ellas. Nada más. No podía publicar, especialmente en internet, los nombres de los afiliados.
En ecuador se clausuró un canal de tv. en españa un juez condenó a periodistas
Más aún, para el Magistrado, la protección del derecho a la libertad de información solamente alcanzaba a los medios de comunicación tradicionales, esto es, a la prensa escrita, a la TV y a la radio, pero no al internet, debido a que éste no es un medio de comunicación en sentido estricto sino un medio de comunicación con alcance universal. No faltaron quienes dijeron los razonamientos del Juez correspondían a alguien del Siglo XIX, que no había tenido contacto con la sociedad digital.
Durante los tres años de la revolución ciudadana, no ha habido jueces ecuatorianos que hayan condenado a periodistas y a medios de comunicación por el ejercicio de la libertad de información, a pesar de existir la legislación suficiente para que ello ocurriera.
Han sido, más bien, actos administrativos de funcionarios vinculados al Poder Ejecutivo los que se han empleado para coartar la libertad de información y sancionar a medios de comunicación social. Con simples decisiones administrativas pasaron a control del Estado, leáse del Palacio de Carondelet, tres canales de televisión nacionales y un periódico. Con un acto administrativo se suspendió, por tres días, la señal del principal canal de televisión crítico del régimen. Todo ello sin que se aprobara la Ley de Comunicación.
En el escenario ecuatoriano, el Gobierno se ha convertido en un descomunal comunicador social. Todos los días, incluidos los de la época navideña, mediantes cadenas de televisión y radio, en horarios triple A, tanto en los medios estatales como en los medios privados, informa, critica, descalifica y manipula hechos que, según la Constitución socialista de Montecristi, deberían ser parte de una información “veraz, verificada, oportuna, contextualizada, plural, educativa, cultural e informativa”. Periodistas y políticos son demolidos por la información oficial. La clausura de un canal de televisión es asimilada al cierre de un burdel.
¿Qué pueden hacer, en nombre de la libertad de información, las víctimas de la verdad oficial y los ciudadanos cuya intimidad es invadida con cadenas gubernamentales?.
En Navidad, únicamente apagar las televisiones y las radios para no ver ni escuchar las prédicas oficiales. En otra época, protestar y resistir activamente.
Chávez se colocó entre bolívar y cristo.se olvidó de evo y de correa