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Moneda, gasto y Mises

26/12/2009 14:20 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

El gasto público y la manipulación del mercado del dinero han caracterizado al gobierno correísta

Con el Gobierno de la revolución ciudadana no solamente ha crecido el gasto público en forma exponencial sino que se ha reorientado el crédito bancario gracias a una serie de intervenciones estatales. Con estas dos medidas el grupo gobernante ha vendido la idea que el dinero, finalmente, está llegando a los ciudadanos, sea en forma de obras y subsidios, sea en forma de créditos baratos. Se ha olvidado que, en estos últimos tres años (2007-2009), los recursos redistribuidos no han servido para crear empleos ni para disminuir el número de pobres, pues, el abultado gasto público no ha sido de calidad y los créditos bancarios de la banca pública y privada no han llegado a los productores.

Ludwing Von Mises, el padre de la economía austriaca, indicó, en 1912, en su libro “La teoría de la Moneda y el Crédito”, editado en idioma alemán, que la expansión del crédito bancario, magnificada por la intervención estatal, hacía crecer la oferta de dinero para que, por un momento, hubiera prosperidad, y, luego, sobreviniera una debacle. Sus advertencias no tuvieron eco en los Estados Unidos. Después que se precipitó la crisis de finales de los 1920s, Mises adquirió alguna resonancia fuera de Viena, especialmente con motivo de su renuncia, a mediados de 1929, a su trabajo en un banco vienés, bajo el argumento que no quería que su nombre fuera vinculado al “crash financiero” que estaba por venir. Recién en 1934 se publicó su libro en idioma inglés, y los estadounidenses pudieron apreciar, cuando ya era tarde, las admoniciones del notable economista austriaco.

Hasta la actualidad, los devotos de la libertad económica y del mercado se alimentan de su producción intelectual. Su obra cumbre, “Acción Humana”, escrita hace más de 60 años, es de lectura obligada para todo aquel que quiera entender que no es el Estado el que construye la felicidad ciudadana sino el que contribuye a su destrucción mediante la excesiva expansión fiscal y la manipulación grotesca del mercado del dinero y del crédito. Sus discípulos más notables, F.A. Hayek y Rothbard, cada uno con diferentes visiones, llevaron las tesis de Mises a lugares insospechados para cualquier mente normal.

El inglés Keynes ignoró a Mises, pues, en su obra “Teoría General del Empleo, el Interés y el Dinero”, publicada, en 1936, no rebatió las tesis del economista austriaco y, muy por el contrario, dio cauce a la corriente imparable de la expansión monetaria, por el lado fiscal, para compensar las deficiencias en el consumo y la inversión en épocas de contracción económica. El estatismo radicalizó las tesis de Keynes, mal interpretándolo y llevándolo hasta el extremo. En la reciente crisis financiera mundial (2008), no pocos gobiernos invocaron las políticas keynesianas para expandir el gasto fiscal e intervenir en los mercados del crédito y del dinero.

Los economistas de corte keynesiano, así como algunos lúgubres socialistas del siglo XXI, han maldecido a Mises y a sus discípulos, por el hecho de haber desarrollado instrumentos conceptuales que aplicaron algunos gobiernos “neoliberales” o de “derecha” para reducir el papel del Estado en la economía.

Los socialistas del siglo XXI han gastado 60.000 millones USD en tres años y, además, han intervenido en el mercado del crédito para expandir los créditos

En materia bancaria, el Gobierno ecuatoriano ha hecho todo aquello que criticó Mises: tasas de interés artificiales, obligación de otorgar créditos a determinados beneficiarios, repatriaciones forzadas de dineros bancarios, trasvase de recursos de la reserva monetaria a la banca pública, en definitiva, excesivas manipulaciones e intervenciones estatales en el mercado del crédito y del dinero. ¿Cuál será el resultado final de estas medidas?. No se sabrá antes del 2011. En todo caso, a pesar de la aparente estabilidad financiera, las entidades bancarias no se encuentran en las condiciones que estuvieron antes del advenimiento del Gobierno del socialismo del Siglo XXI.

Lo que sí se sabe es que la otra dimensión de la inyección de dinero público en la economía, esto es, la expansión, ad infinitum, del gasto fiscal, no necesariamente mejora las condiciones de vida. Además, lo más grave, tal expansión depende tanto de la capacidad de endeudamiento del Estado como de los aumentos de impuestos. En el primer caso, sacrifica a las futuras generaciones, a las que se les deja endeudadas. En el segundo caso, se le retira el dinero a la gente para que sea el Estado el gaste por ellos.

En tres años, los revolucionarios ciudadanos han gastado 60.000 mil millones de dólares, una cifra descomunal para el tamaño de la economía ecuatoriana. En la proforma del 2010, los gastos se estimaron en 16857 millones USD, 29% más alto que el gasto del 2009. De ellos, alrededor de 4000 millones USD no están financiados, ni siquiera con los aumentos de impuestos y el mayor endeudamiento público.

Ya trasvasaron cerca de 800 millones de dólares de la reserva monetaria a la banca pública. Analizan, por ahora, la posibilidad de financiar parte del gasto fiscal con recursos del IESS.

Si hubieran estudiado a Mises, no estarían jugando al gato y al ratón con los dineros públicos.


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Luis Fernando Torres (78 noticias)
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