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El si ganó al no en forma apretada y gracias al nuevo marco constitucional
1. Resultados Inesperados. A inicios de abril del 2011, el promotor de la Consulta Popular, esto es, el Presidente de la República, anunció que ganaría 7 a 1 en las 10 preguntas. El 7 de mayo perdió en 11 provincias y ganó en 13. En el consolidado nacional la tesis presidencial obtuvo una diferencia a favor, en promedio, del 4%. Quedó en entredicho la legitimidad democrática del triunfo no sólo por esa diferencia tan pequeña sino por el hecho que, según el nuevo marco constitucional y legal, fue la primera vez que el SI, en una Consulta, únicamente le ganó al NO, dejando de lado a los votos nulos y en blanco.
2. Los Votos Válidos. Hasta el 2011, para triunfar en una Consulta, el voto por el SI debía imponerse a los votos por el NO, a los nulos y a los blancos. El Art. 106 de la Constitución cambió el marco jurídico, al establecer que la Consulta debía aprobarse con la mayoría absoluta de los votos válidos. Ese mismo artículo constitucional hizo una diferencia para la revocatoria del mandato presidencial cuando dispuso que, en ese caso, sí se requería de la mayoría absoluta de los sufragantes. El Art. 125 del Código de la Democracia, por su parte, definió lo que debía entenderse por votos válidos, sin excluir de ellos, en forma explícita, a los nulos y blancos. En la Consulta del 7 de mayo del 2011 al voto SI le vencieron, en el ponderado nacional, los votos NO, los nulos y los blancos.
3. El Mandato Legislativo. Bajo la consideración que la Consulta trasladó a la Asamblea Legislativa la responsabilidad de materializar, mediante la expedición de leyes, casi la totalidad de los temas consultados, el Presidente anunció que la Corte Constitucional, al resolver la Acción de Incumplimiento que él podría plantear, estaría en capacidad, inclusive, de destituir a los legisladores que se nieguen a acatar la voluntad soberana de la mayoría que aprobó la Consulta. El problema para los asambleístas provenientes de las 11 provincias donde ganó el NO fue que ellos, a su vez, estaban obligados por la voluntad soberana de la mayoría de sufragantes de esas provincias.
4. El Acuerdo Nacional Imposible. En la conmemoración de la Batalla de Pichincha el Presidente rechazó cualquier posibilidad de entendimiento con la oposición. Reivindicó el triunfo en la Consulta y señaló que él no estaba administrando un sistema sino cambiándolo, a sabiendas que los cambios estructurales no se hacen con acuerdos con los grupos de oposición. En forma paralela, sin embargo, en la Asamblea Legislativa, la bancada oficialista trataba de llegar a un acuerdo con la oposición para que se apruebe, en segundo debate, la Ley de Comunicación, que fue parte de uno de los temas preguntados en la Consulta. El Movimiento País no tenía la mayoría absoluta dentro de la Asamblea.
El si ganó en tan sólo 13 provincias de 24
5. Futuras elecciones. El resultado de la Consulta le sirvió, al Presidente, para apreciar la fortaleza de su base electoral. Obtuvo, aproximadamente, el 43% de los votos de los sufragantes, un porcentaje importante, que, de repetirse en las elecciones presidenciales venideras del 2013, le colocaría con las mejores opciones en la primera vuelta electoral. Ese 43% guarda correlación con su credibilidad y la base sólida de fieles y seguidores que tiene el Primer Mandatario. El porcentaje de adeptos puede subir o bajar en función de la gestión gubernamental. Por lo pronto, las condiciones económicas fiscales no son alarmantes para el Gobierno. Con el precio en alza del petróleo y la posibilidad de aumentar la deuda pública, el Gobierno podría sostener el gasto público durante los próximos dos años.
6. La Oposición Fragmentada. Los desertores del Gobierno, alineados en un proyecto de socialismo radical, se atribuyeron la votación por el NO e, inclusive, anunciaron que tendrán candidato propio en las elecciones presidenciales venideras. De los demás grupos opositores que levantaron la bandera del NO, unos retornaron a la política parlamentaria, mientras otros volvieron sus ojos a la organización de estructuras políticas. Por ahora, no se ve posible la constitución de un frente único de la oposición. Lo que sí sabe cada grupo opositor es que si no está registrado en el CNE, 6 meses antes de las elecciones, simplemente no puede participar en la contienda.
7. El triunfo del NO en 11 Provincias. El NO venció, de las 10 provincias serranas, en 7 provincias de la Región Andina y en 4 de la Amazonía. Medio País dijo NO. Algunos factores explican ese triunfo. Los movimientos indígenas hicieron su trabajo en las zonas indígenas. Otros movimientos no indígenas realizaron un activismo intenso en zonas campesinas y urbanas. Lo más importante, en todo caso, fue que una mayoría de ciudadanos consideró que la Consulta amenazaba su modelo económico de vida y no resolvía el problema de la inseguridad, al tiempo que se sentía fastidiada con un estilo presidencial demasiado conflictivo e impetuoso. El Gobierno no va a poder superar la derrota en las 11 provincias. El Aumento del gasto público en más obras o subsidios será insuficiente. El rechazo al Gobierno tiene causas profundas, entre ellas, pautas culturales e históricas. Las razones del NO tienen algunas variaciones de una provincia a otra. En Cotopaxi y Chimborazo el Movimiento Indígena jugó un papel determinante debido a que la población indígena, de esas provincias, supera el 45%. En Tungurahua, la población indígena no supera el 20%. En Ambato, la capital provincial, bordea el 15%. Ambato, a diferencia de Riobamba o Latacunga, tiene uno de los índices de desempleo más bajos del País y se ubica, junto a Quito y Cuenca, como una de las ciudades con el mayor acceso de sus habitantes al internet. En Quito, la votación por el NO fue muy significativa.
8. El SI Ganó en la Costa. El Presidente venció en la región donde el populismo había tenido su mayor fortaleza. Desde la crisis financiera de 1998, los mayores niveles de pobreza se presentaron en las provincias de la Costa. Su estilo de confrontación y sus políticas clientelares le rindieron dividendos en la Costa, con ciudadanos más habituados al espectáculo político y al estilo clientelar que los ciudadanos de la sierra. En Guayaquil el SI triunfó, con estrecho margen, en medio de denuncias de irregularidades. El Alcalde de esa ciudad denunció que hubo mesas electorales en que votaron todos los empadronados, mientras el ausentismo, en promedio, bordeaba el 25%. En El oro y en Manabí el Presidente obtuvo una victoria sin precedentes. La Costa le abrió una nuevo espacio de oportunidades electorales.
El si perdió frente al no, los nulos y los blancos