Para cultivar la gratitud en una mente que está acostumbrada a estar ocupada y preocupada por los acontecimientos del día a día, debe cumplirla en sus propios términos: las cosas específicas del día a día. Siempre hay algo que agradecer todos los días.

Es por eso necesario ser específico sobre su gratitud y la mejor manera de cosechar los beneficios de la gratitud es notar cosas nuevas por las que estás agradecido todos los días. Si bien es posible que siempre estés agradecido por tu familia y pensar o decir "Estoy agradecido por mi familia" o “estoy agradecido por mis amigos”, semana tras semana no mantiene tu cerebro alerta por nuevos momentos de agradecimiento. Sé más específico, recuerda "Dar las gracias al compañero de trabajo que cambió su día libre para que pudieses atender un imprevisto familiar”, "Al nuevo cliente que llegó a tu empresa y este recomendó tus servicios o productos" o “A la persona que te recibió por primera vez en la empresa y te hizo sentir en confianza y redujo la tensión con la entraste”, acuérdate también de dar las gracias a tu jefe. A la mayoría los directivos se les critica y rara vez se les agradece las cosas buenas que hacen. Y por qué no hacerlo además por una nota, en una o dos líneas que sea sincera, concisa y atenta, es un gesto de amabilidad y hay más posibilidades de que la persona que la reciba la recuerde y la aprecie. No solo tu director se sentirá mejor, sino que eso le recordará la calidad del trabajo que hiciste. Y del mismo aquel director que de las gracias al colaborador empeñoso que es fiel a su empresa, que mejor reconocimiento y satisfacción personal. 

Si tuviste un día difícil y no te sientes con ánimo de dar las gracias, puedes pensar en cinco miembros de tu familia o amigos en quienes no has demostrado interés últimamente. Si no han hecho nada especial por ti, no dejes que eso te detenga. ¿Y si le agradecieras la deliciosa comida que acabas de saborear, que preparó tu madre o esposa con tanto amor?.

Hábito

No te preocupes, nunca exagerarás dar las gracias a alguien. ¿Te imaginas lo fantástico que sería recibir cinco mensajes de agradecimiento al día? Pues, ¿qué esperas? ¡Empieza a darlos tú ahora!. Es importante agradecer la ayuda que recibimos.

A medida que practiques este hábito experimentarás un maravilloso y cálido sentimiento de gratitud y aprecio por todas las personas que te rodean.

Cuando comiences a buscar lo que puedes agradecer, conseguirás mayor satisfacción día a día. ¿Y tú de qué estás agradecido hoy?

Si das, también recibirás.

Atte. Velitt Cruz