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Reportaje especial: Parte 1 de 5
Los delitos financieros, si bien no son tan sonados en la opinión pública, es un hecho que en México son la constante en el mundo empresarial, siendo los más comunes el lavado de dinero, el fraude y la corrupción, estos dos últimos, gestados muchas veces por piezas claves al interior de las empresas.
En México, 67% de las empresas consideran que los controles que implementan al interior de sus corporaciones, o bien, los brindados por las autoridades no son suficientes para mitigar este problema.
El estudio “El impacto de los delitos financieros. Prevención, detección y respuesta”, elaborado por la firma KPGM, una firma especializada en servicios de Auditoria, Impuestos, temas legales y asesoría, revela que el fraude promedio cuesta millón y medio de pesos por cada incidente.
En algunos casos, revela el estudio, el costo por fraude es equivalente al 50% de las utilidades brutas generadas por la empresa, por lo que a la pérdida aún falta sumarle el pago de impuestos y otras obligaciones fiscales, es decir, una empresa que es víctima de fraude corporativo, especialmente cuando es gestado por algún colaborador, puede significar la quiebra.
Falta cultura de prevención
El estudio también revela que, en México, solo el 42% de las empresas invierten en un programa de prevención de delitos financieros, pero de este porcentaje, solo el 37% cuenta con uno de forma parcial, en promedio, solo 2 de cada 10 empresas en México cuentan con un programa completo de este tipo.
El 36% de las empresas víctimas de fraudes corporativos calcula pérdidas que van desde el medio millón hasta los 5 mdp
El fraude es quizá el delito más frecuente, además que al ser cometido en su mayoría por colaboradores, esto complica la parte legal, pues al encontrarse los estafadores al interior de las empresas, suelen tapar legalmente sus huellas, lo que complica las denuncias y alarga los juicios, al punto de no ser sostenible económicamente.
El 36% de las empresas víctimas de fraudes corporativos calcula pérdidas que van desde el medio millón hasta los 5 millones de pesos, y el 10% considera que los fraudes superan dicha cifra.
Los sectores de transporte, salud, manufactura, hotelería y telecomunicaciones lideran el porcentaje de casos de malversación de efectivo, mientras que las industrias química y farmacéutica, electrónica, alimentos y automotriz están a la cabeza en casos de fraude por malversación de otros activos
Víctimas de fraude
En México 8 de cada 10 empresas han experimentado algún tipo de fraude corporativo, en la mayoría de los casos las empresa han podido recuperarse de este delito, siendo las marcas más sonadas Netflix, la cual sufrió un robo de información de su base de datos; caso similar el sufrido por el INE en 2016, en esa ocasión el Instituto presentó una denuncia penal ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, al enterarse que una copia de la lista del padrón electoral del 2015, se encontraba albergada en un contenedor público de Amazon.
Importantes medios digitales también han sido víctimas de fraude, en su mayoría robos de información; Uber fue otra marca víctima de este tipo de delito al ser atacada por hackers que filtraron datos privados de sus usuarios, y en el campo de las empresas especializadas, como el nanotecnológico, podemos encontrar a Nano Depot, quien sufrió un ataque interno al ser víctima del robo de información, dinero, secretos corporativos y proveedores por parte de un colaborador clave.