Los seres humanos reaccionamos a situaciones de formas variadas según la sensibilidad de cada individuo, habemos personas mucho menos preparadas para afrontar situaciones que provoquen temor en nuestros sentidos, los fantasmas aunque no es un hecho científicamente comprobado el morbo que produce su existencia, y el misterio que provoca el saber de la vida después de la muerte son alicientes más que suficientes para que esta palabra “fantasma” no haga más que generar sensación de temor, la intensidad de esa sensación convengamos será distinta entre las varias personalidades de la gente.

Despertar esta sensación de temor es realmente único y espeluznante y yo personalmente he llegado a desarrollar una teoría en la que propongo que ese miedo no es generado precisamente por un fenómeno contra-natura o paranormal como le llaman los que estudian estos acontecimientos, yo creería que lo que nos pone de punta los pelos no es el hecho preciso de apreciar un fenómeno paranormal (un fantasma, el diablo, el duende, la mortaja) en fin, sino más bien lo que genera esta sensación es el hecho de creer haber visto lo inexplicable lo cual aumenta la intriga y el miedo, para describir mi teoría y ser mas grafico relatare a continuación una vivencia personal que sirva de ejemplo.

Hace algún tiempo diría yo que 8 o 10 años atrás dormía plácidamente en mi cama, en el transcurso de la noche no podría ser preciso en este punto no se cuanto tiempo llevaba dormido, me asaltó una pesadilla grotesca en la que me encontraba en un oscuro y lúgubre bosque rodeado del silencio de la noche y el ruido de insectos de campo, me hallaba en aquella pesadilla huyendo por algún motivo de un horrible fantasma que me quería robar el alma, de ahí que corría desesperadamente para hallar salida entre la maleza, hasta que en cierto momento tropezaba y caía al suelo tan fuertemente que luego de esto me era imposible levantar mi cuerpo para seguir huyendo, acto seguido escuchaba acercarse al fantasma que irremediablemente me iba a alcanzar y cuando esta entidad comenzaba a deslizar sus manos frías y huesudas sobre mis pies, simplemente abrí los ojos había despertado, estaba en mi habitación todo había sido una pesadilla tal había sido mi susto en aquel sueño que no atinaba a moverme de la posición en la que estaba en la cama (boca abajo y tapado con las colchas hasta las orejas) había sudado mucho, mis ojos estaban en proceso de acostumbrarse a la oscuridad de mi cuarto, no podía ver nada estaba todo muy oscuro cuando derrepente empiezo a sentir sobre mis tobillos una ligera sensación de contacto que lentamente se iba tornando más fuerte, me cubrí la cabeza con las colchas y trate de razonar lo que pasaba, fue inútil ese intento mi corazón latía a mil revoluciones sudaba tres veces más que durante la pesadilla, literalmente se me pusieron los pelos de punta estaba entrando en shock nervioso estaba viviendo una experiencia paranormal, no se de donde tome valor y en un arranque de ira me incorpore súbitamente a la vez que lanzaba un grito para apreciar al fantasma que me estaba halando los pies…….mi experiencia sobrenatural termino al darme cuenta que el gato que hacia días había desaparecido y que lo dábamos por muerto entró a la casa esa noche y no encontró mejor lugar para dormir que mi cama y precisamente sobre mis pies.

Lo que genera esta sensación es el hecho de creer haber visto lo inexplicable lo cual aumenta la intriga y el miedo

Bueno a lo que quiero llegar es que no soy nadie para decir que lo paranormal existe o no, sin embargo mi teoría sostiene que no se necesita comprobar su existencia para experimentar que los pelos se nos pongan de punta por culpa de un fantasma.

Saludos cordiales