La inflación es un aumento de los precios medidos con respecto a una cesta de bienes y servicios. Este aumento del nivel general de precios implica un deterioro del poder adquisitivo del euro y, en consecuencia, una reducción de los salarios reales de los ciudadanos.

En los últimos meses, un aumento significativo de los precios de la energía ha sido el principal motor de la inflación en la zona euro. Sin embargo, se espera que este aumento sea temporal y, por tanto, no debería tener un impacto duradero en la inflación. Aún así, la inflación no empezaría a bajar hasta 2024.

Vuelta al ahorro familiar

Como los precios de la energía siguen subiendo, las familias recurren al ahorro para llegar a fin de mes. Esto es especialmente cierto para quienes ya tienen dificultades para llegar a fin de mes. El aumento de los precios está provocando un incremento generalizado de la cesta de la compra, lo que está poniendo a prueba el presupuesto de las familias. Para hacer frente a esto, muchas familias están recortando sus gastos y recurriendo al ahorro. Se trata de una medida inteligente, ya que les ayudará a capear el actual clima económico y salir indemnes.

La inflación no empezaría a bajar hasta 2024. Las familias han vuelto al ahorro para sobrellevar mejor la subida de los precios

Ahorrar en alimentación

Ahorrar en la compra del supermercado parece ser una de las mejores formas de reducir los gastos frente a unos ingresos cada vez más insuficientes. El gasto en alimentación suele ocupar un buen porcentaje de los gastos fijos familiares y se sitúan en importancia cerca de los gastos por vivienda.

Comprar productos de marca blanca puede reducir el precio del carro de la compra unos euros.

Comprar el pescado por piezas enteras en vez de envasado en bandejas también supondrá un ahorro.

Elegir frutas de temporada siempre será más económico.