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Los indígenas y los maestros del mpd han sido repudiados por su antiguo líder, el presidente de la revolución ciudadana
“El diablo nunca paga bien a sus devotos”, se suele decir cuando el jefe no solamente es ingrato con sus colaboradores más serviles sino, a veces, hasta violento con ellos. A las víctimas de la ingratitud les quedan, por lo general, tres caminos: se lamentan en silencio, recurren a la venganza o se reconcilian con el jefe.
Cierta Dirigencia indígena y los herederos del antiguo Partido Comunista Marxista Leninista jugaron todas sus cartas en beneficio del candidato presidencial de la revolución ciudadana tanto el 2006 como el 2009. Más aún, le ayudaron a cerrar el Congreso el 2007. Formaron, con él, un solo equipo de demolición institucional en la Asamblea de Montecristi. Destruyeron, juntos, desde el Congresillo, la débil juridicidad nacional. Y, por último, pactaron, en la actual Asamblea Legislativa, para reelegir al “corcho”, controlar las comisiones legislativas y arrinconar al partido del coronel Gutiérrez.
La mayor parte de dirigentes de la CONAIE y de Pachakutik se subió a la camioneta de la revolución ciudadana, desde el principio. La voz del alcalde Auki fue una de las pocas voces disidentes. Luego se escucharon otras voces provenientes, sobre todo, de la amazonía. ¿Cuántos dirigentes se han alejado, realmente, de los socialistas del siglo XXI y están dispuestos a levantarse en contra del Gobierno?. Pedro de la Cruz y Marco Murillo, dos asambleístas indígenas comprometidos con la estrategia disuasiva de Ricardo Patiño, aseguraron que los grupos a los que representan están satisfechos con la gestión gubernamental y que el levantamiento indígena carecerá de la fuerza de antes.
Los directivos del MPD también se subieron a la camioneta correísta, desde el comienzo. Fueron útiles para aplastar a Alvarito en la segunda vuelta del 2006. Festejaron, con los miembros del círculo rosa, la expulsión de 57 parlamentarios de oposición. Lograron, por más de dos años, conservar algunos privilegios en el magisterio. Se exhibieron junto al primer mandatario en las recientes elecciones. A diferencia de los indígenas, nunca se escuchó, por parte de la dirigencia del MPD, una voz crítica hacia el Gobierno. Curiosamente, hasta ahora no son oposición activa en la Asamblea Legislativa y, en algunas provincias, sus miembros detentan estelares posiciones gubernamentales. ¿Están, de verdad, en guerra con el Gobierno?. Una vez que concluya el tema del magisterio, ¿volverán al redil de la revolución ciudadana?.
La soberbia y la impaciencia le precipitaron al abismo al ángel preferido, recuerda giovani papini en su monumental obra, el diablo
El mando de la UNE está bajo el control del MPD. Sin embargo, solamente una parte de los maestros, agremiados en la UNE, milita en el MPD o vota por este grupo político en las elecciones. Es un error confundir a los maestros con el MPD, y el Gobierno lo sabe.
¿Son los dirigentes indígenas y del magisterio víctimas de la ingratitud del proyecto presidencial?. Sí y no. Es cierto que, en ocasiones, hicieron, inclusive, trabajos violentos en beneficio del Gobierno, entre ellos, la paliza a un diputado en los estacionamientos del Hotel Colón de Quito. Por ello y más, el régimen de la revolución ciudadana tiene, todavía, una deuda con ellos. Pero También es cierto que han tenido una gravitación determinante sobre determinadas políticas gubernamentales en temas agrícolas y educativos. Han sido parte de la estructura del poder con todas las ventajas que ello implica.
Por ahora, dos asuntos les distancian del Presidente, a quien tanto apoyaron y de quien consiguieron significativas retribuciones políticas: La Ley de Aguas y la reconversión del magisterio. ¿Vendrá la calma después del levantamiento indígena y de las protestas callejeras?. ¿Cuáles serán las condiciones de un eventual armnisticio?. La lucha no es entre diferentes visiones de la economía y la política. Los dirigentes indígenas y del MPD no han abrazado la economía social de mercado ni el pluralismo democrático. Al igual que el Presidente y su entorno son estatistas y corporativistas. Lo más probable es que, al final del día, se reconcilien.
La soberbia, pecado diabólico por excelencia, puede impedir la reconciliación. Por soberbio e impaciente el arcángel más perfecto cayó y se convirtió en Lucifer. Papini, en su monumental obra, cita el siguiente pensamiento del Dante en la Divina Comedia: “(…) el primer soberbio, que fue la suma de toda criatura, por no esperar la luz cayó acerbo”.
El diablo nunca paga bien a sus devotos
Y, precisamente, la soberbia es lo que más caracteriza a los dirigentes del Gobierno, de los indígenas y del magisterio.
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