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Estados Unidos intenta bloquear en Kenia una nueva ruta de la droga, que aprovecha la poca vigilancia de las costas de África Oriental para encaminar heroína procedente de Afganistán hacia las calles europeas y norteamericanas.
Esa ruta, denominada 'Smack track', fue descubierta en 2010, cuando la policía keniana detuvo a dos tanzanos y a dos iraníes con 95 kilos de heroína en el norte de Tanzania.
Los traficantes envían la droga desde Afganistán hasta África Oriental, pasando por las costas de la franja costera de Mekrán, en Irán y Pakistán.
Kenia está a punto de convertirse en un "destino emergente" y en un "lugar de paso clave" para el tráfico de heroína, explica Hamisi Massa, responsable de la unidad antinarcóicos del país. Desde 2010, el número de incautaciones de droga se ha disparado en la región. En 2014, se decomisaron casi cuatro toneladas de heroína, cerca del doble de lo descubierto el año anterior.
Cuando las autoridades detienen un barco en alta mar, los narcotraficantes tiran la droga por la borda y pueden seguir navegando, tras una simple reprimenda de los policías, impotentes.
La agencia antidrogas estadounidense (DEA), su homóloga británica (NCA) y la oficina de Naciones Unidas contra el narcotráfico (UNODC) quieren cambiar de estrategia para poder castigar a los traficantes. Colaboran, por tanto, con las fuerzas de seguridad de la región para detener los cargamentos de droga en las aguas territoriales y enjuiciar a los sospechosos en virtud de las leyes nacionales o extraditarlos.
- Unidad de élite -
La DEA creó en 2013 una unidad de élite de 16 hombres en el seno del departamento keniano de lucha contra la droga. Sus integrantes, encargados de perseguir a los narcotraficantes más peligrosos, son responsables de las dos mayores redadas de 2014: la incautación de 341 kilos de heroína en el velero 'Al Noor' y la operación 'Akasha'.
Esta última, conseguida con la ayuda de un agente infiltrado durante ocho meses, permitió el arresto de cuatro hombres: dos hijos de un antiguo barón de la droga keniano, un narcotraficante indio que ya ha sido condenado y un importante transportista del océano Indio apodado 'El Viejo'. Las autoridades los acusan de haber querido importar heroína pura a Estados Unidos por 9.100 euros -unos 10.250 dólares- el kilo, un precio muy bajo.
Un día después de su detención, un tribunal de Nueva York pidió la imputación de los cuatro hombres y emitió una solicitud de extradición.
"Los mayores casos siempre están más sujetos a la corrupción", lamenta Alan Cole, director de la unidad contra los delitos marítimos de la UNODC.
El abogado de los cuatro sospechosos, Cliff Ombeta, ya ha obtenido varias victorias judiciales, consiguiendo la absolución para sus clientes.