‘ Mi hermano es un mitómano’ , dijo el poderoso hermano menor, visiblemente molesto por las recientes denuncias de Fabricio sobre los intercambios de favores y de premios entre los administradores de los casinos y los privilegiados miembros del círculo rosa.

Mitómano no es el mentiroso común y corriente. Es el que deforma los hechos, ampliándoles y engrandeciéndoles, con sutil imaginación, más allá de lo real y justo.

¿Qué fue lo que deformó, amplió y engrandeció Fabricio?.

A su debido tiempo, nos hizo saber a los ecuatorianos que recaudó unos tres millones de dólares para la primera campaña presidencial de su hermano; que constituyó escudos empresariales en Panamá para trabajar con tranquilidad; que siempre fue un exitoso empresario con un patrimonio equivalente al presupuesto anual de un pequeño municipio ecuatoriano; que los contratos de sus empresas con el Estado bordearon alrededor de los 150 millones USD; que los obtuvo en buena lid, compitiendo en igualdad de condiciones y sin coimas; que contribuyó para la supervivencia económica de los llamados ‘ diputados de los manteles’ ; que se había conformado un ‘ círculo rosa’ en Carondelet; que su hermano menor firmaba lo que le ordenaba el asesor jurídico de ese círculo; que la publicidad oficial se convirtió en negocio altamente rentable para los creativos del ‘ círculo’ ; que el actor principal de los ‘ pativideos’ le había contagiado a su hermano menor de un extraño comunismo; que se contrataron obras públicas sin estudios y subvaloradas para que, por la vía de los contratos complementarios, se incrementaran los valores en beneficio de los contratistas; que Rafael siempre fue honesto y, por su dedicación a la academia, nunca creyó que en el círculo rosa hubiera funcionarios aprovechándose de los cargos; que cuidó de su hermano menor desde que era un niño y, por ello, desea, ahora, salvarle de tanta ave de rapiña que le rodea.

Recientemente, el hermano mayor destapó el escándalo de los casinos para que el antiguo jefe de seguridad de estos centros de apuestas, Solórzano, acusara a tirios y troyanos de recibir dinero en bolsas de papel y ayudas económicas caritativas de parte de los administradores. Además de algunos prominentes miembros del círculo rosa, también fueron mencionados como beneficiarios de las prebendas económicas un asambleísta de Guayas del partido de Gobierno, la hermana y candidata a la Prefectura, un funcionario de la Gobernación y un integrante de la Corte Constitucional de la Transición.

El fratricio mediático ha servido para descubrir hasta donde se extienden los escándalos del círculo rosa. los casinos y los tragamonedas han sido uno de sus destinos favoritos

Si Fabricio es, como dice su hermano menor, un mitómano, entonces habría que bajar, a su nivel real, sus declaraciones y denuncias, a fin de invertirlas y llegar a varias conclusiones pintorescas. No recaudó tres millones de dólares sino los mil dólares permitidos por la legislación electoral. Nunca constituyó empresas de papel en el Itsmo sino en el territorio nacional. Fue un empresario fallido que logró levantarse y, por los misterios de su cercanía al poder, edificó un patrimonio equivalente, al menos, al presupuesto anual no de un cantón pero sí de una de las parroquias rurales más grandes de Guayas. El valor de sus contratos con el Estado fue de unos 80 millones de USD, como difundió, inicialmente, Diario El Expreso. No les dio ni pan, ni techo ni empleo a los diputados de los manteles, quienes, en medio de esa orfandad, se entregaron a los brazos del Ministro de Gobierno de la época. Los creativos de Carondelet no han lucrado de la publicidad oficial. Su hermano se ha equivocado porque no ha hecho lo que le ha ordenado el influyente asesor jurídico de la Presidencia. El locuaz actor de los pativideos no ha contagiado de comunismo al Jefe sino de extrema caridad y humildad cristianas. Las inconclusas obras públicas han tenido sustento técnico y estudios, han avanzado dentro de los cronogramas y no han enriquecido a los contratistas escogidos por los hábiles ministros que adjudicaron los contratos gracias a las justificadísimas emergencias establecidas por decreto presidencial. Los funcionarios del círculo rosa han trabajado, las 24 horas del día, por el bien común, por lo que es una burda mentira que, en la actualidad, sean más ricos que en el pasado. En su niñez Rafael no recibió el cuidado de su hermano mayor. Si antes no le cuidó, ahora quiere hundirle en la ignominia en lugar de salvarle.

En cuanto a los favorecidos por la máquina monetaria del casino, si la denuncia no fue otra cosa que el fruto de la mitomanía de Fabricio, el Fiscal debería volver a fojas cero y cerrar la indagación.

En esta fratricida disputa mediática los ecuatorianos nos encontramos frente al siguiente dilema, ¿damos crédito al hermano menor y aceptamos que Fabricio es un mitómano que exagera y deforma los hechos o le creemos al hermano mayor y nos sentimos víctimas de un perverso fraude político?.

En todo caso, Rafael no pudo reprocharle a Fabricio por esta afirmación reveladora del sufrimiento de los ecuatorianos: ¡Ñaño, no sueñes tanto, ponte las pilas, estamos chiros, no hay empleo, nos asaltan a la vuelta de la esquina!.

Para el presidente, las denuncias de su hermano mayor carecen de credibilidad