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En Ecuador de cada diez matrimonios hay dos divorcios, según las autoridades la época de crisis hace que esta proporción sea tan alta; y es como decían los abuelitos: “cuando el hambre entra por la puerta el amor sale por la ventana”
En ecuador de cada diez matrimonios hay dos divorcios, según las autoridades la época de crisis hace que esta proporción sea tan alta; y es como decían los abuelitos: “cuando el hambre entra por la puerta el amor sale por la ventana”.
Claro que la explicación es mucho mas compleja, las costumbres hacen que en nuestro país el índice de divorcios sea tan alto, aún existe en el país un claro machismo, no hemos borrado de nuestra mente la enseñanza de nuestros progenitores, hemos celebrado doscientos años de libertad y seguimos esclavos de nuestras tradiciones.
Los hombres aun piensan que son ellos los que manejan las cosas, y con las tendencias modernas, las mujeres han asumido su rol de importancia en la sociedad y choca con la actitud machista de los ecuatorianos.
Las consecuencias de nuestra estructura social, que tiene un atraso de muchos años, se sienten en todas las facetas de nuestra sociedad, ahora se ha hecho evidente en los matrimonios. El registro civil ha hecho publico este fenómeno, lo extraño es que: mas fácil resulta el casarse que divorciarse y por supuesto mucho mas barato, entonces lo ideal seria pensarlo bien antes de contraer matrimonio.
Si a pesar de las circunstancias se desean casar tienen que tomar en cuenta que lo que aprendieron de sus padres ya no funciona, actualmente no podemos encontrar mujeres que se conformen con su rol de ama de casa, que era genial para nuestras madres, no así para las jóvenes de hoy.
Y hay otro aspecto del problema que debe tomarse en cuenta, las mujeres consiguen con mayor facilidad trabajo, en algunas ocasiones ganan mas que los hombres por lo tanto la necesidad del matrimonio se vuelve superficial, ya no necesitan de un hombre para mantenerse, y claro ponen sus reglas.
No es que la sociedad que esta acabando, esta cambiando y por lo tanto los parámetros que usábamos hace algunos años ya no son vigentes para calificar los comportamientos sociales de los individuaos, la era industrial ha finalizado y con ella aquellas ideas de nuestros antepasados.
La tecnología, los adelantos científicos e incluso el Internet hacen que nuestros valores y comportamientos se transformen en unos más necesarios e indispensables para relacionarnos con nuestros semejantes.
Para finalizar si queremos mantener un matrimonio ya la parte económica no es la indispensable; es mas bien la comunicación y las maneras como tratamos a nuestros semejantes, ese movimiento del nuevo milenio que nos hace mas humanos, sentimentales, queridos.