Resulta y acontece que anoche tomando pola con el valecita nos acordamos de una vaina bien graciosa que paso en diciembre.

Nos reunimos con todo el parchecito de toda la vida a jugar disque santa secreto, la misma vaina que amigo secreto pero en navidad. Era el día de descubrirnos y todos re cachacos y gomelos fanfarreando lo que le habíamos comprado al que habíamos sacado, “Que no yo le compre tronco de reloj” Otro decía “Esta botellita de Jack va a ser la bomba”, y así. Luego de una comilona muy sabrosa nos dispusimos a sentarnos en la sala para empezar a entregar los regalos, cosa que ahora me llena de full nostalgia por no poder compartir con mis broders por la cuarentena. Hicimos una dinámica donde se describía a la persona que sacamos y el resto adivinaba. Todo mundo muy contento, muy feliz con su regalito hasta que llego Lucia, la novia de un broder, con el suyo. Que no que lo mando a pedir de los USA, que era severa originalidad… Y ojo pa´ ve… Cuando el valecita Yefry abrió esa caja se puso super contento, que no que una camiseta original de Adidas, que va a poder ir tranqui a los partidos de la sele…. Pero la felicidad duró poquito, cuando se volteó para mostrarnos casi nos orinamos de la risa, resulta que la camiseta no decía Adidas si no Adibas , la vaina más mala, peor que un mueble de segunda o un paseo en mototaxi.

 En ese entonces nos reíamos y como no hacerlo, pero esto en verdad es gravísimo, ustedes no saben todo el dinero que representa en perdidas estas vainas para la industria textil y para el país, y es que no me canso de decirlo, o bueno, escribirlo, a los torcidos NADA, ni por ahorrarte 200 barras, es que ni en una chaza o ni porque tiene que quedar bien, ni porque se parece a la camiseta o tenis que querías.

 Cuando aprendamos a comprar calidad vamos a ver que de verdad ¡El costo vale la pena!