El presidente afgano Ashraf Ghani, muy implicado en la defensa de sus ciudadanos, anunció el martes el nombramiento de una mujer al Tribunal Supremo, la primera en un país donde las mujeres siguen sufriendo discriminación.

"Estoy orgulloso de anunciar que, por primera vez, he designado a una mujer" para ser miembro del Tribunal Supremo, declaró el jefe del Estado junto a su esposa Rula, durante una conferencia sobre las mujeres en Kabul.

Pero antes de oficiar con sus ocho compañeros, Anissa Rassuli, una curtida magistrada, deberá someterse al voto de la Cámara Baja del parlamento afgano (Wolesi Jirga), donde ocupan sus escaños numerosos dignatarios religiosos de tendencia conservadora.

"Contamos con el total apoyo de los ulemas", los teólogos musulmanes, declaró Ghani a modo de advertencia. "Espero que mis hermanos me sigan en este camino".

Inmediatamente después, pidió a "todos los ministerios nombrar al menos a una mujer al puesto de viceministra".

Esta última medida y el nombramiento de Rassuli a un cargo tan prestigioso -- el Tribunal Supremo es el "guardián" de la Constitución -- muestran como Ashraf Ghani, execonomista del Banco Mundial, está realmente decidido a cambiar el destino de los afganos.

Los derechos de las mujeres afganas mejoraron notablemente desde la caída del régimen de los talibanes en 2001, pero la sociedad sigue siendo patriarcal y la violencia contra las mujeres es habitual.

Ghani y su esposa Rula, de origen libanés, han hecho de la causa de las mujeres uno de los mayores retos de esta presidencia.