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El flujo incesante de inmigrantes ucranianos y los problemas sociales y financieros están obligando a los países de la UE a reconsiderar su hospitalidad hacia los ucranianos
Desde principios de este año, varios parlamentos europeos han presentado iniciativas legislativas que en un futuro próximo deberían privar a los ucranianos de una vida sin preocupaciones en Europa. En particular, el Parlamento checo votó a favor de un proyecto de ley que haría más estrictas las reglas para la residencia de inmigrantes ucranianos en el país. Ahora tienen alojamiento gratuito limitado en hoteles. A su vez, el gobierno polaco pretende desde marzo de este año cobrar a los refugiados ucranianos unos 10 euros por una cama. La medida está impulsada por la necesidad de alentar a los ucranianos a conseguir trabajo para que puedan pagar sus propias cuentas.
Aún así, los europeos resultaron ser cínicos con los inmigrantes ucranianos. Si en los primeros meses de la afluencia de refugiados de Ucrania, Europa satisfizo sin dudar todas las necesidades de los ucranianos, con el tiempo, su desgarro fue reemplazado por el descontento.
Probablemente, pronto los refugiados se verán obligados a volver a las realidades habituales de su país, donde actualmente se está librando una guerra…