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El corazón es el centro del ser humano, su organo vital y el que dirige el sentimiento. Ciertamente, de él mana la vida
Qué difícil se nos hace conocer realmente a la gente. Las apariencias nos muestran gente elegante, educada, atractiva, adinerada o quizás... todo lo contrario. Pero, solamente al escúchalas hablar, podemos conocer su verdadera naturaleza, la misma esencia que los alimenta, la condición de su corazón que se revela como un libro abierto.
La Palabra de Dios dice: "De la abundancia del corazón, habla la boca" Y esto es muy cierto!! El corazón se revela a cada momento; en cada conversación, en cada palabra que se pronuncia. Aunque queramos disfrazar lo que hay en él, tarde o temprano lo dejamos mostrarse a la luz. Qué me dices, por ejemplo de ese amigo que de lo único que te habla es de fútbol? O esa pariente que todo el tiempo te cuenta de sus enfermedades, de sus circunstancias adversas, de lo mal que la vida le ha tratado? Y que tal esa compañera de trabajo que cree ser el centro del universo y para quién la perfección le queda corta? O esa persona que se sabe la vida y milagros de todo el mundo!? Hay de todo... Cada conversación saca a la luz el grado de preparación de la gente, su nivel académico, su tendencia en la vida, su ideología... y muy en el fondo... lo que hay en lo profundo de su corazón; es decir, lo que la persona es.
Cuantas veces hemos leído: "Tú eres lo que comes" Pues más bien debería ser: "Tú eres lo que hablas!" Los seres humanos tendemos por naturaleza a hablar más de cosas que no son precisamente edificantes para nadie, que de cosas que bendicen al oyente. Pero, como un oasis en medio del desierto, es aquella persona de cuyos labios salen palabras que reconfortan, que animan, que levantan el espíritu. Esas personas generalmente están llenas de la verdad de la Palabra de Dios y si existen! Son reales! Y tú mismo puedes ser una de ellas!
"Tú eres lo que hablas!"
La comunicación es un regalo que Dios nos ha dado para fomentar relaciones sanas, para unir a la familia, para establecer lazos fuertes en la pareja, para edificarnos los unos a los otros... para construír. Es por esto que es bueno abrir el corazón y hablar de lo que hay en él... no siempre los días traen consigo cosas buenas para hablar, no todo lo que nos rodea es precisamente color de rosa... no estamos siempre de acuerdo con todo el mundo. Es bueno hablar de ello, es bueno sacar del corazón ese peso que no nos permite seguir, pero; por otro lado es mejor ir contra la corriente de este mundo y encontrarle el lado amable a la vida. Recalcando lo bueno que hay en la gente que te rodea. Minimizando sus errores y amplificando sus aciertos. Hablando de las circunstancias no como si fuera una montaña imposible de escalar, sino más bien mirándola y hablando de ella como lo que realmente es, una oportunidad para ver cuan poderosas son las palabras de tu boca y una situación que sin duda conquistarás! Qué bueno sería si hoy todos habláramos bien... Si todos construyeramos con el poder de nuestras palabras...
Pero para que esto suceda, hay que realizar una "venta de garaje". Saca todo lo viejo, lo que ya no sirve, bota lo roto, lo que a nadie le será de utilidad, desecha la basura que has acumulado por tanto tiempo. Limpia la casa, poda el jardín, renueva los muebles... cambia la distribución de ellos. Pintala de colores, arregla lo que está en mal estado y llenala de flores y aromas agradables. Solo así y solo entonces, en tu corazón habrá suficiente espacio para que entre por ejemplo, la gratitud con Dios por lo bueno que El ha sido, habrá un nuevo espacio para llenarlo con Su Palabra; podrás entonces llenar cada rincón de gratos recuerdos y de valiosas lecciones de vida, que sin duda al compartirlas por donde vayas, serán de gran bendición a quienes te escuchen.
Ahora que sabes que tú eres lo que hablas... cuéntame... qué hay en tu corazón?